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2020
Relatos autobiográficos en narrativa. Hablo de lo cotidiano, de los detalles de la vida que descubro al crecer.

Déjame pensar en poesía / Let me think about poetry

 

Me pone nerviosa el señor que mueve la muñeca en el metro. La mueve y hace ruido. No oigo el ruido. Qué tontería, voy en el metro. Pero el movimiento es de muñeca que hace ruido y que cruje. Me pone nerviosa porque se retuerce y en cada movimiento hay un crujido. Un crujido que no oigo pero sé que está. Cierro los ojos y veo el ruido y el crujido. Y la muñeca y el movimiento. Y la cara del señor es pasiva. De hecho en la otra mano sujeta su móvil. Para él será un movimiento rutinario, quizá no se esté dando cuenta ni de lo que está haciendo. Quizá ese crujido que tiende a dar placer (para alivio de su muñeca) ya ni siquiera lo siente. Lo ha tomado como un movimiento más de su cuerpo. Entonces empiezo a pensar que en realidad me pone nerviosa porque ese ruido que cruje y veo lo he oido y visto más veces. Es un movimiento físico, como el de la muñeca, que oigo, y que me rompe. Es lo que hace mi cuerpo cuando me destrozo, por dentro. Cuando estoy muy triste. Cuando me siento sola. Cuando espero algo más. Cuando no me cuentan la verdad. Mi cuerpo se retuerce y en cada movimiento hay un crujido. Es algo muy físico que mi cuerpo ha tomado como un movimiento rutinario. La cantidad de veces que he crujido de manera física. ¿Me lo he provocado yo, entonces, como el señor? ¿Qué estoy buscando con eso? ¿Alivio? ¿Y si yo tampoco me estoy dando cuenta de lo que estoy haciendo? De verdad que me retuerzo. No siento alivio. Mi cuerpo se rompe por un segundo y cruje, no se arregla. No hay alivio. Y mi cara es natural y pasiva. Y pasan los días y sigo con mi rutina y con mi cara y con mi cuerpo y con mi crujido, que de vez en cuando oigo. Que ya casi nunca oigo. Porque voy en el metro, estoy en la trabajo, estoy en la calle. ¿Cómo lo voy a oír? ¿Siento entonces el destrozo como algo natural en mi cuerpo? ¿Es mi rutina? Me rompo, me fracturo, me quiebro, por dentro. ¿Me destruyo a diario? Voy en el metro con el señor y él no es consciente de su muñeca rota y yo no soy consciente de lo roto que está mi cuerpo, por dentro.

Déjame pensar en poesía / Let me think about poetry

 

Salgo del metro y subo por las escaleras mecánicas. El chico que va delante de mí escucha música. Lleva cascos. Pienso que se va a girar y me va a apuñalar. A veces pienso estas cosas. Últimamente mucho más, desde que sé que los que no parecen locos son los que más lo están. Desde que la desesperación tiene la habilidad de convertirse en mentira. Desde que sé que los valores son un invento de la infancia y son frágiles. Desde que la gente ha perdido el miedo a pegar tiros por la calle. Desde que sé que la calma de unos pocos vale más que el miedo de muchos. Y desde que veo las noticias.

 

Todas las mañanas me cruzo con una chica que siempre lleva pantalones de colores. Me gusta como viste. Pienso que ella también me mira. Quizá porque visto muy gris para ir al trabajo. Quizá me siento gris al ir a trabajar, pero ese es otro tema. A veces pienso en ella y me pongo una camiseta roja para ir a trabajar.

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