Vosotros hacéis que la cercanía no sea demasiado pura. He luchado. Para hablaros de la respiración, del vértigo, de los huesos. Todo para hablaros de la dulzura, de la libertad, de la fragilidad, del fuego. Todo para no recibir respuestas. Las respuestas os aprietan. Dar respuestas incomoda (a aquel que nada sabe).

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Y me he herido. Y mil quinientas veces me he equivocado.

Y no voy en busca del que sabe. Voy en busca del que responda. Voy en busca del ignorante (el que todo sabe). Del que tengo cerca y entonces, le hablo. De amor.

Nunca estaré harta del amor. Estoy harta de los silencios.

Del miedo a comprenderse.
De la sabiduría de desprenderse.